Síndrome del perro pequeño: ¿Qué es?

El término "Síndrome del perro pequeño” es bien conocido y usado por los adiestradores. Los perros pequeños (como los chihuahuas) tienen la reputación de ser gruñones, ladradores y nerviosos, ¡lo cual es cierto en algunos casos!

La buena noticia es que se puede evitar el síndrome del perro pequeño en tu perrito faldero con algunas precauciones y hábitos.

¡Hoy veremos los comportamientos negativos que son comunes en los perros pequeños y cómo puedes prevenirlos!

síndrome del perro pequeño
síndrome del perro pequeño
Índice de Contenidos
  1. Reactividad en los perros pequeños
  2. Ladridos incesantes
  3. Movimiento constante
  4. No escuchar
  5. Concepciones erróneas sobre perros pequeños
  6. Pensamientos finales

Reactividad en los perros pequeños

Un problema muy común de los perros pequeños es la reactividad.

La reactividad puede observarse en varios desencadenantes diferentes: desde personas, otros perros y sonidos (como el timbre de la puerta).

La reactividad a menudo es específica de la situación: tu perro puede, por ejemplo, ser reactivo con otros perros cuando está con correa, pero no lo hará cuando está sin correa.

Muchos perros pequeños desarrollan este problema de comportamiento debido a su tamaño. Por un lado, cualquier disparador es más intimidante y aterrador para ellos porque son tan pequeños.

Por otro lado, los propietarios tienden a ignorar los primeros signos de alerta de reactividad porque “no parecen tan malos”. Es mucho más probable que se tome en serio a un doberman o mastín que gruñe que a un chihuahua de 4 kg.

Para evitar la reactividad en tu perro pequeño, debes asegurarte de proporcionarle mucha exposición positiva a diferentes situaciones para él. Cuando se trata de socializar a tu perro, ¡no debería haber diferencia entre uno pequeño y un perro gigante!

Si descubres que te estás saltando la socialización de tu perro porque es pequeño, piénsalo de nuevo: la reactividad será un problema complicado y estresante una vez que se desarrolle por completo.

Es mejor prevenirlo proporcionando suficiente exposición desde el principio.

Ladridos incesantes

chihuahua ladrando
chihuahua ladrando

Los ladridos sin parar es otro signo común del síndrome del perro pequeño. ¿Tienes un perrito que ladra eternamente ante el menor desencadenante? Puede ser alguien llamando a tu puerta, un perro ladrando en la televisión o tú encendiendo la aspiradora.

Los ladridos, como la reactividad, deben abordarse mediante una exposición bien planificada. Quieres que tu perro forme asociaciones positivas con sus desencadenantes.

Un consejo secreto para un adiestrador de perros es grabar los sonidos que hacen que tu perro ladre como un loco.

Entonces los pones (a bajo volumen ) cuando juegas y alimentas a tu perro con golosinas mientras los escucha.

Si quieres darle golosinas sanas lee nuestra nota sobre Comida casera para perros con sobrepeso donde tenemos recetas saludables de snacks.

Esto le ayudará a conectar las golosinas con los sonidos y crear una conexión positiva. Con el tiempo, escuchar diferentes sonidos ya no hará que tu perro entre en un frenesí de ladridos.

Para algunos perros, este proceso de entrenamiento puede llevar varias semanas o incluso meses, dependiendo de qué tan arraigada sea su respuesta al ladrido.

Te recomendamos leer: ¿Cómo educar a un perro chihuahua para que no ladre?

Movimiento constante

Algunos perros pequeños están en constante movimiento.

Corren por la casa, siempre están ocupados y no pueden acostarse y descansar. Si bien esto puede parecernos lindo, en realidad no es natural que los perros estén siempre despiertos.

Como carnívoros, su ritmo ideal de sueño y vigilia es diferente al de los humanos. A los perros les va mejor si están despiertos durante 3-4 horas y luego descansan durante 1-2 horas. Necesitan dormir mucho más en general que nosotros; de lo contrario, serán más reactivos, más gruñones y ladrarán más; básicamente, ¡su síndrome general del perro pequeño empeorará!

Una buena forma de ayudar a tu perro pequeño a mantener un ritmo diario saludable es implementar un horario de actividades.

A los perros no les va tan bien si siempre les sorprende lo que sucede a continuación. Saber a qué hora sale a pasear, jugar o dormir le ayudará a sentirse seguro.

¡Desarrolla un horario que se adapte al estilo de vida de su familia y cúmplelo! Verás que después de unas semanas implementando la nueva rutina, tu perro estará menos inquieto y será capaz de relajarse y no siempre estar en movimiento.

No escuchar

Muchos dueños de perros pequeños luchan porque sus perros no escuchan. En realidad, este no es un problema específico de los perros pequeños, pero se aplica a todos los perros que aún no han sido entrenados lo suficiente.

Al igual que con la reactividad, es más fácil ignorar los malos modales de un perro pequeño que los de un perro grande. Cuando se trata de adiestramiento, debes invertir tanto tiempo y esfuerzo como con un perro grande, o tu perro no se comportará bien.

Te recomendamos leer: 4 consejos para entrenar un cachorro chihuahua

La mayoría de las razas de perros pequeños son muy inteligentes y les encanta complacer a su dueño, por lo que será fácil entrenarlo.

Si no estás satisfecho con la obediencia y los modales de tu perro, intenta llevarlo a clases de adiestramiento; te sorprenderá lo bien que lo hace y lo rápido que aprende.

Concepciones erróneas sobre perros pequeños

El síndrome del perro pequeño se origina, principalmente, en el hecho de que los dueños de perros pequeños no siempre invierten tanto tiempo y esfuerzo, en trabajar con sus perros como los dueños de perros grandes.

Es un error pensar que los perros más pequeños, requieren menos entrenamiento, ejercicio o modales.

Todo perro desarrollará malos hábitos si no se le socializa, se ejercita y se entrena.

Es fácil ignorar los primeros signos de desobediencia en razas más pequeñas, porque son lo suficientemente pequeños como para no ser un gran problema.

Ver: Ladrido chihuahua: todo un idioma, cómo interpretarlo ?

Pensamientos finales

Si deseas que tu perro pequeño sea un compañero de buen comportamiento, debes tratarlo como a un perro grande. Llévelo a clases de entrenamiento, exponlo a diferentes situaciones sociales, trabaja con él en los problemas de conducta existentes y establece un horario diario.

Si eres consistente con esto solo, por unas pocas semanas, pronto verás grandes resultados y el síndrome del perro pequeño será un problema del pasado.

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